Llegó mi entrenador favorito, André Villas-Boas, campenísimo del pasado año, a los banquillos del Chelsea tras la salida de Carlo Anccelotti un entrenador que no fue capaz el último año de hacerle frente al Manchester de Ferguson en el final de la Premier, así pues el multimillonario ruso, y dueño del Chelsea, Abramovich, decidió invertir una cantidad de dinero incluso superior a la que pagó el Real Madrid por llevarse a Mourinho, 15 millones de euros.
Ahora a comenzado una nueva etapa en Stanford Bridge, André quiere que el Chelsea juegue como su Oporto, con el 4-3-3 que habitualmente usaba y con una buena presión, pero en estas tres primeras jornadas nos hemos podido dar cuenta de que no le va a resultar fácil al portugués cambiarle la cara a este Chelsea. En los últimos partidos vimos a un Chelsea que presionó desordenado facilitando así muchas ocasiones a su rival, jugando con los centrales demasiado juntos, de ahí el gol encajado frente al West Brom, todo eso cambiará, estoy seguro, pero hay que darle tiempo a Villas-Boas, poco a poco los jugadores irán adaptándose a este tipo de juego, que para ellos es totalmente nuevo ya que el Chelsea había sido siempre muy físico con Lampard como líder, pero al inglés -igual que ha todos- ya le empiezan a pesar los años y su ritmo pronto empezará a bajar, André es consiciente de ello y ya piensa en cambiar el centro del campo que hay hoy en día, Lampard-Essien-Mikel, por McEachran-Oriol-Modric, quizá hoy todavía no pero en un futuro no muy lejano ese será el centro del campo, espero que el croata llegue porque sería esencial. En la delantera cambiaria a los Malouda-Drogba-Anelka por Mata-Torres-Lukaku, un cambio total de imagen para un Chelsea que lo necesita, quizá no se de esta temporada pero espero verlo la próxima.
Otro equipo que ha entrado en transición es el Arsenal de Wenger que hubiese podido caer en esta misma situación en los tres últimos años pero el francés lo ha retardado todo lo que ha podido impidiendo la salida de sus estrellas, sobre todo la de Fábregas, el alma de este equipo, que desplegó un juego muy bonito de toque durante los últimos años y que aunque no ganó ningún título estuvo luchando por ellos hasta las últimas jornadas, que por desgracia se les acumulaban las lesiones y no podían seguir con su lucha.
Este año todo a cambiado, ha terminado esa etapa, y está empezando otra, otra que todavía no tiene nada cierto porque no ha habido apenas fichajes y el equipo en estas primeras jornadas de Premier tan solo nos ha demostrado que le será muy difícil entrar en Europa, me refiero a Europa League, de Champions ya ni hablemos, sería un éxito si este Arsenal consiguiese acabar cuarto la temporada porque han perdido casi todo lo que tenían, a Cesc, a Nasri, a Clichy... algunos de los jugadores que aguantaban los pilares de este último proyecto de Wenger han tomado caminos distintos dejándoles sin nada y tan solo quedan dos días de mercado así que dudo que fichen lo necesario para hacer una buena temporada.
Wenger se ha llevado muchísimas críticas tras estas tres primeras jornadas de Premier, sobre todo ahora, tras el 8-2 frente al Manchester United, pero de algo estoy seguro, él es el más indicado para volver a convertir a este Arsenal en un aspirante al título, ¿por qué? pues porque sabe fichar a jugadores jóvenes, baratos y que además se convierten en cracks, y eso es lo que necesita el Arsenal, jugadores que no supongan un gran desembolso y que desde jóvenes aprendar a jugar el juego de toque que le gusta a Arsene.
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