Sotiris Ninis, el dueño de la banda derecha

Siempre es curioso que un país como Liberia, Panamá, Trinidad y Tobago o El Salvador exporten jugadores que luego sean importantes en sus clubes a nivel internacional. Eso ha pasado durante años con jugadores como Weah, Dely Valdés, Yorke o Mágico Gonzalez.
Países con escasa tradición futbolística o, por qué no decirlo, escasa calidad balonpédica, han conseguido que jugadores de su nación estén en las portadas de las revistas especializadas más importantes de Europa o América.
Pues justamente esto puede pasar con Sotiris Ninis. Algo de trampa hay en esta apuesta ya que tiene doble nacionalidad, Griega y Albanesa, pero al final, su origen es de un país con poca repercusión futbolística como este pequeño país del Sureste de Europa.

Ninis es un jugador importante en su club, el Panathinaikos y ya lo demostró en sus partidos contra el Barça en la Liga de Campeones este año.
Esta joven perla griega-albanesa debutó con un viejo conocido de de la liga española,Victor Muñoz, con sólo 16 años cuando éste entrenaba el equipo griego. A sus 20 años ya sabe lo que es ser el mejor jugador del partido en su primer “match” en la Superliga griega, ser el dueño de la banda derecha jugando como extremo o mediapunta escorado y levantar de sus asientos a sus aficionados con sus rápidas carreras por la banda, sus fantásticos pases de gol, su regate endiablado y su excelente manejo de balón. Amén a un título de la Superliga griega.
Y lo que hace aún más curioso el tema, es el hecho de que se coronarse como “Mejor jugador Griego del 2007” y “Mejor jugador Albanés del  2007, 2008 y 2009”.
En resumen, dos países lo consideran como el mejor de sus países pero él se decanta, finalmente, por el país heleno. No hay que olvidar en sus logros antes comentados, haber sido uno de los integrantes de la Plata conseguida en el Campeonato Europeo Sub-19 del 2009 disputando el torneo con la camiseta del país de Platón. Con ello ya se pueden observar los colores que lo decantan.
A pesar de todo este “palmarés”, se echa de menos una estabilidad en su trayectoria ya que, después de debutar con Muñoz, su siguiente temporada con Peseiro fue discreta al no contar con su confianza y las constantes lesiones que tuvo. El año siguiente con Ten Cate, famoso ayudante de un entrenador recordado en la Liga Española, mejoró su juego siendo incluso uno de los capitanes.