Hubo muchos partidos en el día de ayer pero yo me quedo solo con dos que serán de los que escribiré en esta misma entrada, el Liverpool 1-1 Manchester City y el Olimpique de Marsella 3-0 PSG.
Llegaba el Manchester City a Anfield con la etiqueta de claro favorito a llevarse los tres puntos frente al equipo de Dalglish. El partido comenzó bonito y también terminó así. En la primera parte hubo mucho, Luís Suárez estaba demasiado solo arriba y Lescott se pegaba a él como su sombra cada vez que la pelota llegaba al atacante uruguayo, esto provocó que el Liverpool lo intentase mucho con balones colgados al área ya que jugando por abajo con Luisito no iban a sacar nada bueno. Llegó el gol de Kompany tras un buen centro del hombre que lleva la batuta en este City, Silva. No le iba a durar mucho la alegría a Mancini porque a los dos minutos Adam marcaría el 1-1 gracias que su disparo tocó en Lescott y despistó a Hart. El ex jugador del Blackpool fue una de las claves ayer junto a Henderson y a Leiva, contuvieron genial al City en los momentos que mejor estaba. En la segunda parte todo cambió gracias a la expulsión de Balotelli -'Why always him?'- ya que a partir de ese momento el Liverpool pasó a ser el amo y señor del encuentro. Los reds buscaban el 2-1 y el City ya se conformaba con mantener el 1-1. Partidazo.
A las 21:00h se disputaba el partido de la jornada en Francia, imperdible este OM - PSG.
Comenzó el partido con unos buenos primeros minutos del PSG que se irían viniendo a menos poco a poco y así tras un buen centro de Azpilicuelta Remy marcaría el 1-0, un gol que hizo mucho daño al conjunto parisino porque el equipo de Deschamps no había creado todavía ninguna ocasión de peligro hasta ese momento. Tras esto el Olimpique se volvió a su campo a espera al PSG, estos contaban con la calidad y energía necesarias pero no con la organización correcta, se encomendaron al argentino Pastore para que les guiase hasta el gol, una pena que la estrella del equipo no estuviese inspirado anoche. En la segunda parte más de lo mismo, el Marsella tenía el control del encuentro pero hacía lo que le interesaba, trabarlo. A Kombuare se le pasó por la cabeza cambiar a sus dos estrellas, Pastore y Gameiro, por el mal partido que estaban realizando y minutos después, tras una mala salida Amalfitano metió el 2-0 que mató al equipo de Leonardo. No hubo nadie capaz de cargarse el equipo a la espalda y así recibieron un tercer gol que ya suponía un fuerte golpe en la moral de un equipo en el que se han invertido muchos millones pero que dejó dudas, muchas dudas. ¿Pastore-dependencia?
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